Se desgastan con obras teatrales, bailes, cantos que producen algo así como un éxtasis, luces, humo y muchas cosas más... Pero ¿y la Palabra? ¿Dónde está la Biblia? ¿En las anécdotas que cuenta el líder desde el púlpito? ¿En las bendiciones materiales que (dicen) Dios les dará si se arrepiente?
Ray Comfort es un predicador que, desde que Dios lo salvó, ha sentido un deseo ardiente de predicar el verdadero mensaje del Evangelio.
En los tiempos de Pablo existían judíos y griegos (gentiles), por un lado estaban quienes pedían señales milagrosas y otros que buscaban el conocimiento. La iglesia de corintios estaba inmersa en una sociedad llena de idolatría, libertinaje y pecado, aún así el apóstol les infundía aliento diciéndoles: “predicamos a Cristo crucificado”. El mensaje no ha cambiado, el mensaje es el mismo hoy: Cristo crucificado (1 Corintios 1:22-23).