Trabajamos para la Gloria de Dios y la edificación de Su iglesia. Jesucristo es nuestro Señor y Salvador, Dios es nuestro Padre y el Espíritu Santo nuestro guía por medio de Su Palabra.
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.