El Ministerio Cristiano
Tito es una de las tres cartas pastorales, denominadas así porque sus destinatarios son pastores jóvenes necesitados de la dirección y consejo de un pastor maduro. En éste caso, hablamos de Tito.
Poco se sabe de éste personaje y su iglesia. De Tito se sabe que ha trabajado junto con Pablo por un tiempo (1 Timoteo 4:10), mientras que ignoramos cómo llegó la fe cristiana a Creta, todo parece indicar que la iglesia había crecido lo suficiente como para necesitar una estructura más formal con líderes conforme a la voluntad de Dios
Mentoria en el Ministerio Cristiano
El ministerio cristiano nunca fue pensado por Dios para realizarse de manera aislada y solitaria. Aquellos que sirven a la Iglesia, también son Iglesia. Por lo tanto, necesitan de consejo, comunión, exhortación, ánimo, y todo lo que los demás creyentes necesitan.
Tito no se encuentra abandonado a su suerte en su labor ministerial. Él tiene un mentor. Un hombre maduro en la fe y el ministerio al cual puede acudir para recibir compañía, consejo y sabiduría.
El Mentor
1 Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo
Tito 1:1a
Pablo es el mentor de Tito. Pero esta tarea no viene de su autosuficiencia espiritual, más bien proviene de su experiencia y madurez en reconocerse como esclavo/siervo (dolos) y enviado de Cristo. La mentoria en el ministerio cristiano tiene el propósito de enseñar a jóvenes ministros en depender más de Dios.
Dependencia. Esta es una de las paradojas cristianas. En la vida y ministerio en Cristo, la madurez se refleja en dependencia. Contrario a la intuición, crecer en el servicio a Cristo es aumentar nuestra dependencia de Él. Somos más pequeños cuando pretendemos ser grandes, y más grandes cuando nos hacemos más pequeños.
El contenido de la Mentoría
1 Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, llamado para que, mediante la fe, los elegidos de Dios lleguen a conocer la verdadera religión. 2 Nuestra esperanza es la vida eterna, la cual Dios, que no miente, ya había prometido antes de la creación. 3 Ahora, a su debido tiempo, él ha cumplido esta promesa mediante la predicación que se me ha confiado por orden de Dios nuestro Salvador.
Tito 1:1-3
El contenido de la mentoria es el Evangelio de Jesucristo. Pablo trae a colación esto desde su saludo. Él le recuerda a Tito que así como en la vida en Cristo, en el ministerio pastoral el Evangelio es nuestro punto de partida.
Dios llama a pecadores, elegidos por gracia, a conocer la verdadera salvación a través de la fe. Esto es algo que Tito debe recordar, meditar, predicar, aplicar, pensar, cada día, situación y momento, siempre. Esto es útil, no sólo para ministrar a otros, sino también para Tito mismo.
El Evangelio es también para los pastores y líderes. Pastor, tú no eres la cabeza de la iglesia, Cristo lo es. Tú no eres capaz de dar vida nueva a un pecador, Cristo si. Tú no eres tres veces santo, Cristo lo es. Tú necesitas su gracia hoy, como la necesitaste ayer, y de la misma manera que la necesitarás mañana. El Evangelio también es para ti.
El Aprendiz
4 A Tito, mi verdadero hijo en esta fe que compartimos:
Que Dios el Padre y Cristo Jesús nuestro Salvador te concedan gracia y paz.
Tito 1:4
Tito es el aprendiz, un pastor joven en edad y en el ministerio, que ha acompañado a Pablo. Lo ha visto servir a la iglesia, predicar al no creyente, argumentar la fe, y ahora recibe una carta llena de consejos prácticos, y profundas implicaciones doctrinales. Todo esto escrito con un tono de entrañable amor en Cristo.
Todos necesitamos un Pablo a nuestro lado. Un hombre de Dios que nos ame con nuestra inexperiencia, torpeza, y fallas. Necesitamos un mentor en Cristo que nos ayude a ver el ministerio desde la perspectiva correcta, descansar en el Evangelio que predicamos, y dotarnos de las herramientas correctas. ¿Tienes tu Pablo a tu lado?