Creo que el título de un libro siempre es lo que mayor atracción inicial produce en el lector, a la vez, estoy convencido que muchas veces se le ha quitado su carácter funcional; hoy un título sirve muchas veces para vender y muy poco para hablar sobre el mismo libro.
Este no es el caso, desde la tapa puedes tener una idea resumida, clara y profunda de todo lo que encontrarás de la pluma del pastor Miguel Núñez. El poder de la Palabra para transformar una nación es precisamente eso, una impecable y accesible exposición del poder de la Palabra de Dios para cambiar las más profundas raíces de la vida individual, en comunidad, en iglesias, en ciudades y en naciones. La declaración central de este libro es que “La palabra de Dios, cuando es verdaderamente aceptada, transforma nuestra sociedad”.
A lo que el pastor Miguel añade:
- “A través de este libro quiero invitar a los pastores y líderes latinoamericanos a ver la Palabra de Dios como el instrumento divino para transformar la sociedad. Los cambios alrededor nuestro deben provenir de la predicación expositiva de la Palabra de Dios y de la articulación de la cosmovisión cristiana en tantos lugares y circunstancias como sea posible”.[1]
La Reforma y la No-reforma latinoamericana
El autor evidencia el análisis crítico y pastoral frente a la realidad latinoamericana, la cual se resume en dos grandes afirmaciones. Por un lado, Latinoamérica es “encuestalmente” cada vez más cristiana, pero dicha realidad pobremente ha influido en la sociedad en que este crecimiento se está midiendo. ¿Por qué ocurre esto? El pastor Miguel entrega una afirmación que te puede producir dos reacciones, o te molestas y cierras el libro para continuarlo después [no podrás no leerlo], o lees absorto lo que él tiene para decir sobre la realidad compleja de nuestro continente, y esta es que ‘Latinoamérica necesita ser reevangelizada’.
¿Reevangelizada, dices? Sí, porque a pesar de 150 años de influencia misionera, nuestro continente no se encuentra en medio de una sociedad transformada. Y esto se debe únicamente a que la gran mayoría no conoce el evangelio. Es por ello que, a pesar de estos desbordantes números de cristianismo, es igualmente desbordante la realidad de que la gran mayoría de dicho cristianismo se sostiene en prácticas anti bíblicas y en verdades que el apóstol Pablo jamás hubiera llamado siquiera ‘un octavo del evangelio’.
- “[…]la iglesia debe ser reevangelizada”. La mayor parte de la población de la región, incluso en la actualidad, solamente conoce la versión católica del evangelio y una parte importante de la iglesia evangélica ha sido influenciada por el evangelio de la prosperidad o por predicaciones bíblicamente diluidas”.[2]
En esta sección del libro, el pastor Miguel te permitirá tener una visión clara del estado histórico de América latina, una América latina que no fue impactada por las verdades que fueron el motor y baluarte de la Reforma protestante, una América latina en la cual la gracia, la fe, la Escritura, Cristo y la Gloria de Dios, han sido abandonados en un ático teológico.
¿Y quedaremos así de deprimidos?
¡Por supuesto que no! Con completo amor pastoral, Miguel Núñez no nos dejará abandonados frente a esta realidad. Gracias a Dios que no es el final del libro, al contrario, en todo lo que continúa podrás ser llamado, confrontado a creer, proclamar y defender que, realmente lo único con poder para transformar una nación es la Palabra de Dios.
- “Si como creyentes tomáramos en cuenta la responsabilidad que Dios nos ha dado de ser sal y luz, influenciaríamos las leyes de las naciones para que estas reflejaran la ley moral de Dios. […]Las leyes de Dios traen paz y estabilidad a las naciones, y no están alejadas de influenciar de la moral cristiana en la comunidad. Las naciones que no tienen la ley moral de Dios son naciones sin guía, las cuales están propensas a caer en la perdición”.[3]
No puedo decir más, esto es una reseña y no un resumen querido lector. Solo te invito a poner atención a los capítulos que se enfocan en la ley de Dios, deléitate en la exposición del libro de los Hechos, verás que efectivamente sí hay un protagonista en ese libro de la Biblia, no es Pablo, no es Esteban, ni Pedro, ¡es la Palabra de Dios! Además, la sección en la que el pastor Miguel Núñez expone la realidad social, política y cultural estadounidense como ejemplo y advertencia de cómo luce una nación que abandona la Escritura y que niega los valores que en un tiempo la definieron, es simplemente increíble [y dolorosa].
Crecimiento al leer este libro…
Si hay algo que amo profundamente y como lector disfruto del pastor Miguel Núñez, es que su carácter sereno y bíblicamente sólido al predicar desde el púlpito, se extrapola también a su escritura, pocos tienen dicho don. La claridad, fidelidad y amor en su exposición bíblica, lo está también en su exposición literaria.
En un mundo de constante decadencia moral y religiosa como el que vivimos, un recurso como este es un verdadero regalo para la Iglesia, así como lo es también su autor. Dios siga utilizando a este hombre de Dios y a la Iglesia Bautista Internacional (IBI), quien ha bendecido grandemente a América latina y el mundo, y quien hoy valientemente alza la bandera de que la Palabra de Dios es lo único, compréndelo amado lector, lo único con poder para que nuestra vida, iglesia, ciudad, nación y continente sea trasformado.
- “Convencido de que Dios ha comenzado algo extraordinario en el mundo hispanohablante y persuadido del poder del evangelio, te extiendo un reto en nombre de nuestro Señor Jesucristo, y por la expansión del reino de Dios aquí en la tierra: ‘Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo…’ (2Ti 4:2). No desmayes al hacerlo porque solo la Palabra tiene el poder de transformar al hombre”.[4]
Si eres latino, te invito a adquirir [con urgencia] este libro.
¡Nos leemos, en una próxima ocasión!
Miguel Núñez. El poder de la Palabra para transformar una nación. 2016. Editorial Poiema Publicaciones. 224pp.
[1] pg.5
[2] pg.34
[3] pg.68
[4] pg.92