Me casé recién, y cualquier consejo de mis hermanas que tienen mas tiempo en la vida de fe y de matrimonio es de mucha bendición. Mi esposo me recomendó el libro “La Esposa Excelente (The Excellent Wife)” de Martha Peace. En estos tiempos donde para las mujeres, la palabra sumisión significa algo negativo —ser esclava o maltratada—, la autora explica lo que es ser una esposa sumisa: “Una esposa debe ser sumisa a su marido en todo a no ser que él le pide pecar”.[1]

Este libro, con bases en la Biblia, aconseja a la esposas en como actuar en cada situación que aparece en la vida matrimonial. Es importante que una esposa sepa cual es su lugar en el matrimonio, que Dios ha creado esta institución, y que debe ser para Su gloria. Sabemos que la esposa es la imagen de la iglesia, y el esposo de Cristo, entonces para comportarnos como esposas es muy importante saberlo (Efesios 5.21-33).

Esposa-excelenteEn este siglo, las mujeres suelen quitarles el lugar de líder en la familia al esposo, o que el esposo sea muy autoritario y quiere tomar el lugar de Dios. De ahí nacen matrimonios disfuncionales, donde los hijos más tarde serán confundidos, y crecerán con carencias espirituales. Martha Peace nos brinda toda clase de consejos, con la Biblia como referencia. Se pone el acento en las cosas que creemos que son pequeñas: como el tono con el que se debe dirigir al esposo, la actitud que debe tomar la esposa cuando quiere que él la ayude pero se frustra demasiado porque siempre deja su ropa en el piso y ella tiene que recogerla, etc. Cosas como éstas no son chiquitas, nunca, es lo que nos hace ver la autora, por eso este libro es muy práctico, y exhorta lo espiritual y las cosas diarias de un matrimonio en Cristo.
Las mujeres somos personas que por desgracia nos dejamos llevar por los sentimientos, si alguien ataca unos de esos sentimientos, nos ponemos muy mal, y olvidamos que lo que es verdaderamente el amor que describe Pablo en 1 Corintios 13.

El amor se trata de sacrificio no de romanticismo.

Claro que estos gestos románticos son buenos cuando el esposo, o la esposa (no es una propiedad exclusivamente de los hombres, este romanticismo) quieren demostrar su amor a través de esto. Pero el libro atrae la atención de que las mujeres no pueden vivir esperando que los esposos siempre hagan lo correcto y que sean siempre sólo miel. Somos seres imperfectos, que se equivocan y pecan (Romanos 3:10). La esposa en vez de esperar de que el conyugue haga lo que ella quiere, primero debe ser ella quien haga lo que Dios quiere, y que se cumpla la voluntad de Él. Nuestra voluntad siempre se inclina a nuestros deseos porque aún tenemos egoísmo en nuestras vidas, es a esto que debemos morir cada día con la ayuda de la gracia de Dios, conciderando al otro más importante que a nosotros mismos (Filipenses 2.3-4).

“Santiago nos advirtió: Primero escuche. Cultive el arte de escuchar. Sea tardo para hablar. Piense en lo que va decir. Escoja palabras que edifican, en ves de palabras con ira”. [2]

Los esposos son una sola carne y uno no hace daño a su propio cuerpo (Efesios 5:29), por aún así muchas veces fallamos a nuestros seres queridos. No olvidemos, que de todos a quien le fallamos más, es a Dios, pero Él nos sigue amando, ésta es la manera de amar que debemos imitar.

Recordemos que el matrimonio no es para “Ser felices para siempre” sino para la santificación del esposo y de la esposa, para llegar a ser cada día mas semejantes a nuestro Dios. Esposas este libro es un tesoro.


[1] Martha Peace, La esposa excelente, p. 142, Ed. Publicaciones Faro de Gracia, 2007.
[2] Martha Peace, La esposa excelente, p. 216, Ed. Publicaciones Faro de Gracia, 2007.