Creo que muchos de nosotros nos hemos topado con este texto en nuestra lectura de Proverbios, pero creo que la mayoría lo pasa por alto, ¿quién no tiene deudas?, para todo el mundo tener deudas es normal, pero les puedo decir que para un esclavo de Cristo esto no debe ser así.
El rico se enseñorea de los pobres,
Y el que toma prestado es siervo (esclavo) del que presta.
(Pr 22.7)
Me sucede muchas veces, comienzo a leer un libro pero luego no lo termino de leer, voy por otro, y así muchas veces. No soy de las personas como mi amada mejor amiga y novia Georgia, que lee un libro anota sus citas y luego de terminarlo anota el título del libro, y comienza con otro, de esa manera lleva leyendo más de 160 libros, ella es una persona ordenada gracias a Dios, espero seguir su ejemplo, y terminar en estos días el libro «La transformación total de su dinero: Un plan efectivo para alcanzar bienestar económico», escrito por el autor Dave Ramsey, un libro que había tomado hace años y no terminé de leer, pero este libro es recomendado para solteros, para quienes desean formar una familia o están casados. El libro es de un lenguaje muy sencillo, muestra el camino para no ser esclavo de las Deudas y de esta forma poder vivir una vida mucho más libre en Cristo. Cuando Pablo enseña a Timoteo y le recalca ser «ejemplo en todo», la administración del dinero no debe quedarse fuera; es Dios quien nos entrega lo que tenemos hoy, para administrarlo de forma que glorifique a Dios, la administración de nuestras finanzas es una de las áreas más importantes para un esclavo y buen soldado de Jesucristo que desea ser ejemplo en todo.
Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.
(1 Ti 4.12)
Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
(1 Ti 6.8–10)
Jesucristo nuestro salvador, habló de las finanzas, y del dinero en muchas oportunidades, todos recordamos el sermón del monte:
Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
(Mt 6.24)
Luego de ese pasaje continúa con el afán y la ansiedad. Podría poner mis manos al fuego que muchos de nosotros estamos, ansiosos y afanosos por el dinero.
No es para nada hermoso tener deudas, y espero más adelante contarles mi testimonio con respecto a esto. Por ahora puedo recomendarles la adquisición de este libro que sé, les será de ayuda a quienes están pasando por escasez y desorden financiero.
Mi pastor Obed N. Rupertus, ayer en la reunión de oración, habló de la «Avaricia», una palabra que lo ha tenido meditando por dos semanas, yo me sentí confrontado y las deudas son una muestra más de un corazón avaro. Si quieres medir cuan avaro eres, sólo revisa tus estados de cuenta, y las compras que has realizado estas últimas semanas. Avaricia, qué palabra, espero poder subir un estudio sobre este tema, y compartir el sermón de este domingo 4 de mayo que hablará de sobre este tema.
Les comparto el link para que puedan adquirí el libro (hacer click en las imágenes), y un pequeño extracto que espero les ayude, deseo subir otros extractos y puedan ustedes también ser bendecido por su lectura.
Extracto del Libro
Mito: La deuda es un instrumento y debe usarse para crear prosperidad.
Realidad: La deuda añade considerables riesgos, casi nunca trae prosperidad, y la gente rica no la utiliza tanto como se nos ha hecho creer.
Recuerdo, cuando me adiestraba para mi primera carrera en bienes raíces, que me dijeron que la deuda era un instrumento. «La deuda es como un punto de apoyo y una palanca» que nos permite levantar lo que de otra manera no podríamos. Podemos comprar una casa, un automóvil, comenzar un negocio o salir a comer y no sufrir la molestia de la espera. Recuerdo a un profesor de finanzas que nos decía que la deuda era una espada de dos filos: que podía cortar como un instrumento pero podía también cortar y herir a la persona. Nos han vendido el mito diciendo que debemos usar el dinero de otras personas (DOP), para prosperar. La basura académica sobre este asunto se ha regado en abundancia. Nos han dicho con suficiente tono de superioridad y mucha altanería que los financistas sofisticados y disciplinados usan las deudas ventajosamente. Cuidado con eso, puede quemarse. Mi punto de vista es que la deuda entraña suficiente riesgo para contrapesar cualquier ventaja que pueda obtenerse mediante la palanca de la deuda. En el curso de una vida, el riesgo destruirá lo que se espera ganar según lo que proponen los propagadores del mito. Yo era un propagador del mito y podía repetirlo de manera muy convincente, era especialmente bueno con respecto al mito de la «deuda como instrumento». La deuda entraña suficiente riesgo para contrapesar cualquier ventaja que pueda obtenerse mediante la palanca de la deuda. Aun llegué a vender a inversionistas propiedades para alquilar que estaban perdiendo dinero, demostrándoles, con muy sofisticadas tasas internas de ganancias, que ellos sí harían dinero. ¡Qué tarea, caballeros! Podía hablar del mito con entusiasmo, pero la vida y Dios tenían algunas lecciones que enseñarme. Solo después de haber perdido todo lo que tenía, y hallándome en bancarrota, pensé que el riesgo debe incluirse como un factor en la ecuación, aun matemáticamente. Fue necesario despertar en «cuidados intensivos» para comprender cuán torpe y peligroso es este mito. La vida me golpeó con suficiente fuerza para llamarme la atención y enseñarme. Según Proverbios 22.7, «El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta». Me vi confrontado con este pasaje bíblico y tuve que tomar una decisión consciente de quién tenía la razón: mi arruinado profesor de finanzas, que me enseñó que la deuda era un instrumento, o Dios, que muestra evidente desdén por la deuda. Beverly Sills tuvo razón cuando dijo: «No hay atajo a ningún lugar que valga la pena».
También una buena forma de leer el libro es a través de su versión en Kindle, de esa forma pueden leerel libro por internet o en aplicaciones en sus smartphones.
Frases Populares del Libro
«Un presupuesto es cuando la gente dice a su dinero dónde ir, en lugar de averiguar adónde fue».
Compramos cosas que no necesitamos con dinero que no tenemos a fin de impresionar a personas que no queremos.
Estar dispuesto a posponer el placer por un mejor resultado es una señal de madurez.
Los ahorros sin misión son basura. Su dinero debe trabajar para usted, y no estancarse.
Ganar en el campo del dinero es ochenta por ciento comportamiento y veinte por ciento conocimiento.