Todos necesitamos hacernos ciertas preguntas a tiempo y encontrar las respuestas adecuadas. ¡Todos!
¡Esto es fundamental!
En mis primeros años en mi andar en Cristo, comencé a sentirme como una rara especie de joven auto-torturado.

Las personas a mi alrededor no parecían cuestionarse nada. Ellos eran cristianos, todos los que iban a nuestra Iglesia eran cristianos, así era el cristianismo, y ser cristiano era hacer eso mismo todos los días hasta que Cristo vuelva.

Algo así como: «No molestes. Pensar más allá de esto es… peligroso… raro… uhhhh… feo…».

El problema con el que me encontraba, ineludible diría yo, es que yo tenía…. bueno…. infinidad de preguntas, cuestionamientos, dudas, inquietudes, auto-exámenes, interrogantes, etc, etc…

Una de las cosas que más me sorprendía era la habilidad realmente desarrollada de mis hermanos de simplificar todo y encontrar paz en la no respuesta.

¿Por qué nos reunimos en este lugar cada semana?

Esto hacen los cristianos.

¿Por qué cantamos canciones?

Esto hacen los cristianos.

¿Por qué debemos obedecer a Dios?

Esto hacen los cristianos.

¿Por qué creemos en la omnipotencia, soberanía, omnisciencia e inmanencia de Dios, siendo que existe el mal y trasciende los tiempos?

bueno… ya saben la respuesta, ¿no?: Esto hacen los cristianos.

Parecía ser algo así como la religión de «¿acaso hay algo más que necesitamos saber?»

Todo lo demás era desviarse de dos pilares fundamentales:

  1. fe como la de un niño
  2. la guía del Espíritu

Alguien que mostrara el menor síntoma en su rostro de querer pensar algo más allá, estaba deslizándose por los oscuros senderos de la… INTELECTUALIDAD…

Uno de los shock más intensos fue cuando comencé a descubrir que en realidad, toda esa supuesta “fe como de niño” se debía a que no teníamos ni idea que creíamos, ni porqué hacíamos lo que hacíamos.

ALGO DECISIVO

Me gustaría decirte algo de forma muy sencilla: muchas de las luchas que tienes y las derrotas, se deben a que no tienes ni idea qué crees, quién es Dios, quién eres tú, y porqué haces lo que haces en tu vida.

¡Y ESTO ES VITAL!

Si esto es lo que te sucede, detenlo todo… No tengas miedo de cuestionar toda tu vida. Si lo que estás haciendo dentro de una Iglesia es simplemente porque otros lo hacen,  te gusta, o sólo porque alguien te dijo que eso es lo mejor, estás siguiendo un error.

¡Necesitas salirte del club «no preguntes y sigue haciendo»!.

Mira por unos segundos al apóstol Pablo. ¡Vaya enorme ejemplo de entrega, pasión y santidad!

He aquí la gran clave de su vida: «estimo todas las cosas como pérdida POR LA EXCELENCIA DEL CONOCIMIENTO DE CRISTO JESÚS» (Filipenses 3:8).

¿Esto es lo mismo que impulsa tu vida entera?

Por favor entiende: si esto no refleja tu vida, todo lo demás… sí… TODO LO DEMÁS… está equivocado.