¿Qué es la verdad? — Pilato

La pregunta que se hiciera un día Pilato, en Juan 18:38, sigue haciendo eco en la mente de muchos.

Vivimos un tiempo donde la mentira se encuentra en nuestras calles, en nuestros hogares a través de la televisión, en los centros comerciales, en las escuelas, en el vecindario, en la música que escuchamos y, tristemente, en muchas congregaciones. Nos preguntamos, ¿habrá verdad alguna? No es difícil comprender por qué el mundo se encuentra tan escéptico cuando escuchan acerca de la Verdad Absoluta… están viviendo en un mundo de mentiras, como nos narra el cuento popular de Pinocchio:

— Deberás distinguir entre el bien y el mal.
— ¿Bien y el mal? ¿Y cómo sabré?
— Tu conciencia te lo dirá.
— ¿Qué es conciencia?
— «¿Qué es conciencia?» Te lo diré. La conciencia es esa débil voz interior que nadie escucha, por eso el mundo anda tan mal. (Diálogo entre Geppetto y Pinocchio)

La conciencia reacciona cuando las acciones, pensamientos y palabras de uno se ajustan a (o son contrarios a) una norma del bien y del mal. No hay mejor norma que la dictada por la máxima autoridad, y recordemos lo que Deuteronomio 32:4 dice acerca de Dios:

El es la Roca, cuya obra es perfecta,
Porque todos sus caminos son rectitud;
DIOS DE VERDAD, y sin ninguna iniquidad en él;
Es justo y recto.

«Dios de verdad» se puede traducir como Dios de Firmeza o Dios de honestidad, aquél que cumple lo que ha dicho porque no hay una autoridad mayor. En Dios no se puede encontrar ninguna mentira y no hará nada contrario a lo que dijo.

Un Dios Firme En Él Mismo

Al referirse a la verdad, los hebreos usaban el vocablo emunah, esto es, quedarse quieto, firme. Dios se planta en una posición respecto a cualquier asunto y en ella permanece. Dios no cambia de opinión, no fluctúa, no es movido por los criterios, circunstancias, modas, no titubea, no vacila entre dos pensamientos. Dios siempre piensa igual. No se puede esperar de Dios que hoy piense de una forma y mañana de otra.
Una posición fija y un oficio permanente es lo que Dios hace. Dios no se expresará falsamente jamás, sino que siempre cumple invariablemente sus promesas.

Dios es la fuente de la verdad y su palabra y la ley son para el hombre no solo “la verdad” sino también el fundamento de la verdad. El salmista lo dice así: «La Suma de tu palabra es verdad» Salmo 119:160, con la convicción de que la verdad no es un atributo que reside en el hombre sino que es revelado desde Dios. (1)

La Verdad Que Nos Hace Libres

Cuando decimos  «conoceréis la verdad y la verdad os hará libres» (Juan 8:32), no hablamos de otra cosa sino de conocer a Dios. No habla de conocimiento intelectual sino de una esfera relacional o experiencial.

…la cuestión de la verdad se reduce en definitiva, a la cuestión sobre la persona de Jesús, cuando Jesús dice: “Yo soy… la verdad” (Juan 14:6) es la culminación de la verdad anhelada, es la verdad encarnada, reconocible, absoluta. Pero, a menos que tengamos un encuentro personal, revelador y experimental con Jesucristo nunca tendremos la verdad, al menos en términos que la Biblia presenta. (2)

Jesús le dijo a su Padre: «Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado» (Jn 17:3)
y en 1 Jn 5:20 «Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna»
Dios, que no miente (Tito 1:2), es digno de confianza; se puede confiar en que lo mismo que hoy piensa lo pensará mañana. Por lo tanto su Palabra es verdad y norma suprema de verdad.

Las palabras del SEÑOR son puras, son como la plata refinada, siete veces purificada en el crisol» (Sal 12:6). Aquí el salmista usa una imagen vívida para hablar de la pureza no diluida de las palabras de Dios; no hay imperfección en ellas. También en Proverbios 30:5 leemos: «Toda palabra de Dios es digna de crédito; Dios protege a los que en él buscan refugio. (3)

Todo lo que Dios sabe y piensa es verdad, y es una comprensión correcta de la naturaleza de la realidad. Si pensamos lo mismo que Dios piensa acerca de algo en el universo, estamos pensando lo correcto respecto a eso. (4)

Así ahora siendo nosotros  hijos del Dios verdadero «Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios, y se han puesto el de la nueva naturaleza, que se va renovando en conocimiento a imagen de su Creador» (Col 3:9-10)
Que la oración de nuestro sumo sacerdote siga sonando «Santifícalos en la verdad; Tu Palabra es la verdad.» (Juan 17:17)


1. Miguel Angel Nuñez, El concepto Verdad en sus dimensiones griega y Hebrea, Andrews University Seminary Studies, Spring 1997, Vol 35, No. 1, 47-59. P. 9.
2. Miguel Angel Nuñez, El concepto Verdad en sus dimensiones griega y Hebrea, Andrews University Seminary Studies, Spring 1997, Vol 35, No. 1, 47-59. P. 13.
3. Wayne Grudem, Doctrina Bíblica: Enseñanzas esenciales de la fe cristiana (Miami, FL: Editorial Vida, 2005), P. 40.
4. Wayne Grudem, Doctrina Bíblica: Enseñanzas esenciales de la fe cristiana (Miami, FL: Editorial Vida, 2005), P. 89.