Bienaventurados son el esposo y la esposa que continúan afectuosos, considerados y amantes después que las campanas nupciales han dejado de sonar.
Bienaventurados son el esposo y la esposa que son tan condescendientes y corteses el uno con el otro como son con sus amigos.
1Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, 2considerando vuestra conducta casta y respetuosa. 3Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, 4sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. 5Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos; 6como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza.
7Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo. (1 Pedro 3.1–7).
Bienaventurados son aquellos que tienen un sentido de humor, porque este atributo será un medio disponible para absorber el impacto de los embates de la vida.
Bienaventurados son los que aman a su cónyuge más que a ninguna otra persona en el mundo y que alegremente cumplen su promesa matrimonial de fidelidad y de ayuda mutua por ambas partes.
Bienaventurados son los que llegan a ser padres, porque los hijos son la herencia del Señor.
Bienaventurados son aquellos que dan gracias a Dios por el alimento antes de participar de él y que separan algún tiempo cada día para la lectura de la Biblia y la oración.
Bienaventurados son aquellos cónyuges que nunca se hablan uno al otro en voz alta y que hacen de su hogar un sitio donde nunca se oye una palabra desalentadora.
Bienaventurados son el esposo y la esposa que fielmente asisten a los cultos de adoración de la iglesia y que trabajan juntos en la iglesia para la extención del Reino de Cristo.
Bienaventurada es la pareja que tiene una comprensión completa de los asuntos financieros y que delinea un plan de sociedad con el dinero que recibe.
—Heraldo Cristiano—Habana, Cuba.
Algunas otras Bienaventuranza después de meditar…
Bienaventurados son los esposos que se someten a lo que Dios ordena en Su Palabra, la esposa que se somete a su marido y el esposo que ama a su esposa.
Bienaventurados los esposos que dependen de la gracia de Dios cada día.
Bienaventurados los esposos que no se ocultan nada y que se tienen confianza como la tuvieron Adán y Eva en el huerto; desnudos de cuerpo y de alma, el uno para con el otro y de nada se avergüenzan.
Bienaventurados aquellos esposos que se esfuerzan día a día por trabajar para traer el sustento a sus hogares.
Bienaventurados los esposos que ponen a Dios en el inicio de su día y que antes de dormir claman a Dios juntos.
Bienaventurados los esposos que son agradecidos de Dios por cada momento que les permite vivir juntos.
Después de 2 años de matrimonio puedo decir que…
Bienaventurados los esposos que pese a las dificultades confían en Dios.
Bienaventurados los esposo que saben perdonar y cubrir las faltas de su cónyuge.
Bienaventurados los esposos que se ayudan mutuamente y son un apoyo el uno para con el otro.
Bienaventurados los esposos que son agradecidos cada día por estar juntos y ser moldeados por el Señor en sus matrimonios.
Bienaventurados los esposos que saben reconocer sus errores y pecados, para arrepentirse y enmendarlos.
Bienaventurados los esposo que siempre recuerdan el día que Dios permitió conocerse.
Bienaventurados los esposos que aman a Dios más que el uno al otro y se comprometen con fidelidad a morir día a día al orgullo…