Facebook tiene 936 millones de usuarios activos (Marzo 2015), Twitter tiene más de 270 millones de usuarios activos. Para algunos esto puede ser una gran noticia, pero, para otros un gran problema.
1 Corintios 6:12 NTV
Ustedes dicen: «Se me permite hacer cualquier cosa», pero no todo les conviene. Y aunque «se me permite hacer cualquier cosa», no debo volverme esclavo de nada.
Con el crecimiento del número de usuarios de redes sociales también se ha destapado un gran problema de adicción en algunos de ellos.
En China, crearon el Internet Addiction Treatment Center y existe desde el 2004, aunque no es el único centro que existe en China para tratar estos problemas. De hecho, en Estados Unidos ya se empezó un programa similar en Pennsylvania. Conforme el Internet siga entrando más a nuestras vidas, y la tecnología comience a dominar nuestra vida cotidiana, seguramente estos centros encontrarán un modelo de negocio en más zonas y con más demanda.
El alto uso del Internet, las largas horas en el trabajo, los días en el videojuego, etc. La lista de mecanismos de escapes de la realidad es infinita. Sin darnos cuenta estos mecanismos de escapes se han convertido en nuestros dioses.
Dios en su palabra, nos advierte que no debemos volvernos esclavos de nada.¿Cómo detectar si estamos atrapados?
- Si pasas más tiempo en las redes que con tu familia.
- Si no puedes estar más de 5 horas sin entrar a las redes.
- Si al levantarte, lo primero que haces es entrar a una red social.
- Si pasas más tiempo en una red social que orando y leyendo La Biblia.
Recomendación:
Si te ves en dos o más de estos síntomas, ora a Dios que te dé la sabiduría para salir de este problema (si es necesario cierra tus cuentas). Además, háblale a un pastor y/o un hermano maduro en la fe que te pueda ayudar con la situación.
Las redes sociales, son provechosas siempre y cuando tengamos los objetivos correctos.
¿Cómo utilizar las redes de una forma apropiada?
Evaluar las intenciones
Les doy un ejemplo: todos queremos conducir un auto en algún momento, pero, primero se nos da un entrenamiento teórico y práctico antes de utilizar un carro por primera vez, con el fin de evitar accidentes catastróficos producto del mal uso del vehículo. Así mismo, nosotros al utilizar las redes sociales tenemos que hacernos un auto examen y preguntarnos si es provechoso utilizarlas para nuestras vidas. Y si lo fuera, ¿qué márgenes debo tener al utilizarlas? ¿Cómo debo hacerlo sin que me afecte? Y sobre todo preguntarnos si voy a utilizar las redes como un mecanismo de escape o para bendecir a otros.
Si al utilizarlas caemos en tentaciones, en malos hábitos, si te quitan tiempo de calidad junto a la familia, si te roban el tiempo devocional con Dios, si crean en ti ansiedad al no utilizarlas, algo anda mal y no es conveniente el uso de las mismas. Hay que tomar cartas en el asunto o puedes estar atrapado.
En nuestras manos está el tomar la decisión de utilizarlas correctamente, con sabiduría y prudencia.
Aunque podamos ver las redes como herramientas, no necesariamente son convenientes para todos. Tenemos que recordar que no todos somos iguales. Las podemos utilizar como herramientas para bendecir a millones y glorificar a Dios. Pero, debemos tener cuidado para que este pasatiempo no llegue a convertirse en una droga.
Recordemos que no somos llamados a ser peces atrapados en redes, somos llamados a ser pescadores de hombres. (Mateo 4:19)Encargado de la edición Germán Estobar
Fotografía del Ministerio Juan116.org